Un nuevo estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Yale y el Hospital de Niños de Cincinnati, publicado por la BBC Mundo, asegura que el orgasmo femenino es un vestigio de nuestro pasado evolutivo, cuando las fuertes descargas de hormonas (en mayor cantidad prolactina y oxitocina, vinculadas a la maternidad) que acompañan el clímax eran necesarias para ovular.