Hasta hace 5 años, Álvaro Moreno era un consumidor de cervezas comerciales y, luego de ver un reportaje sobre cervezas artesanales, pensó que la posibilidad de hacerla era demasiado complicada. Pero poco a poco, y aplicando el método prueba-error, al principio con información encontrada en internet y luego con cursos especializados en el país, Chile y en España, logró lo que creía lejano: hacer su bebida preferida en casa, cada vez de mejor calidad.