“Está hecha con amor y mucho cariño”. Así resumió María García, habitante de la parroquia Alajuela de Portoviejo, a la elaboración de la tonga, un potaje que combina arroz, maní, presas de gallina criolla y maduro. Todo envuelto con hojas de plátano tiernas y amarradas con zapán, un tejido sacado del tallo seco de esa misma planta.