¿Para qué sirve un festival como el llamado Encuentros del Otro Cine (EDOC)? Para encontrarnos, respondió el brasilero Joao Moreira Salles, uno de los principales documentalistas contemporáneos. Y explicó que ese encuentro no es, necesariamente, con nuestros conocidos ni amigos, es más bien con aquellos, esos "alguien" anónimos, con quienes la casualidad jamás nos juntaría.

Este mediodía, sentado en La Cafetina, en el cine Ocho y Medio, en Quito, atendió a los periodistas que le preguntaron sobre sus producciones y, de paso, sin ser el acto oficial de inauguración, abrió con rueda de prensa la décimo quinta edición de este festival.

La apertura formal de los Encuentros del Otro Cine estaban previstos para la noche de ayer, miércoles 18 de mayo, pero por los sismos de la madrugada y del mediodía tuvo que ser aplazada para este viernes 20 de mayo. El resto de la programación corre tal como fue anunciada.

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Joao Moreira contó que empezó en los ochenta y desde entonces ha vivido partido entre el documental, el periodismo, la academia, el cine... De su trayectoria destacan 'Noticias de una guerra particular' (con Kátia Lund, 1999), 'La vida de Nelson Freire' (2003); 'Entreatos' (2004), 'Santiago' (2007)... En los EDOC presentará 'Últimas Conversas', filme póstumo de Eduardo Coutinho.

Este es el punto de partida para la proyección de 106 producciones, de las cuales 17 son ecuatorianas. Participan obras de 38 países y en 28 idiomas. También habrá charlas académicas y eventos en el que los protagonistas de la producción cinematográfica podrán interactuar con el público, con ese “alguien” anónimo que Joao Moreira busca en Quito y que, a su arribo, antes de salir del aeropuerto, lo encontró.

Quién diría que en un trámite administrativo un “alguien” lo había conocido aun antes de mirarlo al rostro. La anécdota lo deja perplejo: el oficial que recibió sus documentos de ingreso al país le preguntó sobre el motivo de su visita.

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- Vine a un festival de cine.

- ¿Y en ese festival también hay música?

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- Supongo que sí.

- ¿Es de Brasil?

- Esteeeee... Sí, señor.

- ¡Ah! Yo he visto ese video de Nelson Freire

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Joao sintió así la bienvenida a Quito, a un encuentro con ese “alguien” que es mucho más interesante y enriquecedor que las charlas con los amigos directores o productores de cine. Ese es el espíritu de los EDOC, remató para ratificar sus expectativas en su primera visita al país.

A su derecha, Manolo Sarmiento, el director del festival, asintió. Ese es el espíritu de los EDOC y por ello la palabra 'encuentro' está escrita y entendida a lo largo de toda la programación. “Es una forma de existir socialmente”, agregó.

Una “situación inquietante”

Para nadie es un secreto los problemas de financiamiento que, por poco, obligan a cancelar el festival. Sin embargo, el apoyo económico de muchas personas naturales (crowdfunding) que hicieron “vaca” y de la Secretaría de Cultura del Municipio de Quito salvaron la edición del 2016. Los organizadores aclararon que el apoyo del Ministerio de Cultura y del Consejo Nacional de Cine fue mínimo.

La campaña #queremosedoc -que se basó en la recaudación de donaciones- recaudó 18 mil dólares en menos de dos meses.

Sin embargo, quedan aún pendientes las formas de institucionalizar el aporte a la cultura. Este mensaje está implícito en su publicación El Otro Cine, de mayo. Bajo el título “Encontrémonos en los EDOC”, los organizadores explican en un artículo que la falta de recursos, por lo menos, resulta una “situación inquietante”.

Por ejemplo, sostienen que este año no se inaugurarán los EDOC en el MAAC Cine de Guayaquil, administrado por el Ministerio de Cultura, “por la sencilla razón de que el sistema de aire acondicionado de la sala funciona a media potencia y los equipos de proyección y sonido están en mal estado”.

Desde el 2003, apenas un año después de inaugurado, el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo ha sido la sede de los EDOC en Guayaquil, pero este es el primer año en el que no podrá serlo. Muégano Teatro y la Universidad de las Artes son los nuevos sitios escogidos.

“No estamos hablando de cualquier sala de cine, sino de una que forma parte de la infraestructura cultural más costosa que ha construido el estado ecuatoriano en las últimas décadas”, dicen.

Para los organizadores, estos problemas del MAAC solo son un síntoma del abandono. Los recortes presupuestarios para las instituciones culturales “no son consecuencia de la crisis económica sino de una crisis de ideas. Que el debate de la Ley de Cultura cumpla ya siete años evidencia esta crisis”.

Los EDOC ya están en marcha, llegaron a su edición del 2016 con las justas. Lo que se viene luego de la fiesta es, nuevamente, la incertidumbre. (I)