Su última aparición en pantalla, antes de convertirse en madre por segunda ocasión fue en Canal Uno, su casa laboral durante cuatro años. Ahora, en medio de los cuidados de su esposo, Allan Zenck, y la compañía de sus hijos, Rafaela Pimentel y Alonso de Jesús Zenck, se prepara para retomar su trabajo frente a las cámaras, esta vez en Ecuavisa, canal en el que inició su carrera y que le dará un espacio como jurado de la nueva temporada de Ecuador tiene talento (ETT).

“Yo fui a hacer el casting de ETT dos días antes de dar a luz. Di a luz y al día siguiente me llamaron para firmar lo más pronto posible, pero yo estaba en la clínica y estaba con el problema de mi hijo y les dije: espérenme dos semanas, tres semanas que salga de este problema y luego hablamos. Y efectivamente así fue”, cuenta Jaume sobre su ingreso al canal del cerro.

Su rol dentro del reality de competencia, cuya producción ha hecho castings fuera del país para captar más participantes, será imparcial. No quiere que la encasillen como un personaje.

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“No me gusta etiquetarme como jueza buena o mala, quiero ser una jueza muy objetiva, llena de experiencia y que puede calificar a todos los participantes con objetividad, con imparcialidad, con mi punto de vista como artista”, dice Jaume, quien fue bailarina profesional de ballet y estudió canto.

En junio, cuando Alonso de Jesús cumpla tres meses empezará a participar en las primeras grabaciones en Guayaquil, Ibarra, Quito y Cuenca.

Ese tiempo, añade, también supondrá un sacrificio como madre, ya que, asegura, le será difícil separarse de su bebé después del periodo de lactancia, aunque planea incluirlo en la mayoría de sus días laborales.

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“Será mi compañero de audiciones, me lo voy a llevar a todas partes”, agrega entre risas.

Justamente eligió sumarse a este proyecto (ETT) porque tiene horarios más flexibles y le permiten compartir más tiempo con su familia.

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Jaume asegura que durante sus primeros años en televisión, la prioridad fue su carrera profesional. Ese esfuerzo es el que ahora le permite disfrutar y priorizar a su familia, matrimonio e hijos, agrega. “Es parte de la vida esta evolución. Me he ido convirtiendo en la mujer que siempre quise ser”.

También señala que las nuevas generaciones suelen juzgar más el trabajo de los presentadores porque no han vivido su crecimiento profesional.

“ETT es la oportunidad de revivir todos estos años de muchos esfuerzos, de mucho trabajo, de muchas glorias, además me idealiza como mujer porque puedo ser profesional, madre, tener mi familia y llevar las cosas juntas”, expresa Jaume, con 15 años en televisión.

Su enfoque, por el momento, es ser parte de la producción de ETT. No descarta sumarse en otros programas o proyectos de Ecuavisa, donde recalca ya conocen su trabajo. “Este 2016 es el año de la reinvención para mí, me estoy reinventando como mujer, como mamá, como profesional, y en todos los aspectos de mi vida”. (E)

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Quiero tomarme este periodo para no estresarme con mi cuerpo, con banalidades. Yo soy yo, con libras de más, con libras menos. Yo creo que el público ya en mí no valora un bonito cuerpo, unas medidas perfectas, sino el talento y el profesionalismo”.