Un tigre del parque zoológico del territorio ruso de Primorie se alimenta dos veces a la semana con una cabra que le suministra el centro. Pero en la última entrega de ración que se realizó esta semana, el felino tuvo una curiosa reacción.

Empleados del zoológico metieron en la celda del tigre Amur a la cabra Timur para que esta sea cazada y comida, pero esto nunca ocurrió.

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Aparentemente nadie le enseñó a la cabra que tenía que tenerle miedo a los tigres, mientras que el felino -acostumbrado a atrapar animales asustados- ha perdido la motivación para cazar. 

Timur incluso se apoderó de la caseta donde duerme Amur, por lo que el tigre en estos últimos días ha tenido que descansar sobre el techo de su propio recinto, detalla RT.

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Dmitri Mézentsev, director del parque, indica que el bóvido ha reconocido al tigre como líder y lo persigue todos los días, mientras que el felino da vueltas por el parque. "Timur anda con Amur en todas partes y el tigre lo tolera. Además, la cabra se preocupa cuando no ve al tigre y se pone a buscarlo", dijo. (I)