Las casas flotantes de caña o balsa, decoradas sus ventanas con plantas y flores, son parte de la memoria de muchos riosenses y visitantes que estuvieron en Babahoyo. En la actualidad, el panorama ha cambiado un poco: las casas tienen deterioros en sus estructuras, algunas paredes de caña han sido reemplazadas por plástico y cuentan con improvisados puentes de caña vetusta.