La actriz Halle Berry estuvo ocho semanas sin ducharse para que su papel que le tocó interpretar en Fiebre salvaje fuera más realista, publica abc.es.

Esta anécdota la dio a conocer durante una entrevista en el programa de televisión estadounidense Live with Kelly and Michael, donde además confesó: “Fue una experiencia asquerosa, pero tengo que decir que había partes de mi cuerpo que por supuesto mantuve aseadas, digamos solo eso”.

En Fiebre salvaje, que se estrenó en 1991, Berry dio vida a una mujer adicta al crack y comentó que no estaba dispuesta a fumar esa sustancia, ya que ella se marcó sus límites.

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Pero “no se lavó durante todo el tiempo que duró el rodaje”, porque en ese entonces era la chica nueva en el medio y “quería destacar como fuera”.

Esa aventura fue el comienzo de su carrera en el cine. La exmodelo oriunda de Cleveland, Ohio, obtuvo un Óscar a mejor actriz por Monster’s Ball, además ganó un Globo de Oro y un Emmy, también a mejor actriz por la cinta Introducing Dorothy Dandridge.