Cuando a Wole Soyinka le comunicaron en 1986 que había sido galardonado con el Nobel de Literatura no solo se quedó sorprendido, sino incluso conmocionado, como él mismo reconoció años después. Al fin y al cabo este nigeriano apasionado de la política, que ayer cumplió 80 años, fue el primer africano en recibir ese reconocimiento.