El motor de gran parte del crecimiento en el sector de la energía limpia global desde el año 2000 proviene de fuentes renovables, que la Agencia Internacional de Energía establece como aquellas que se derivan de procesos naturales, como la luz del sol o el viento, y que se reponen a un ritmo mayor de lo que se consumen.

Sin embargo, este organismo también reporta que en el 2012 los subsidios otorgados por los gobiernos a combustibles fósiles ascendieron a $ 544.000 millones, mientras que los entregados a la energía renovable fueron de $ 101.000 millones. Algo que alarma, visto que los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) representan el 80% del consumo total de energía en el mundo.

Reducir tanto su consumo como las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera es el objetivo de construcciones como el parque eólico Villonaco, en la provincia de Loja, que con 11 aerogeneradores produce 59 gigavatios por hora (Gwh) anuales de energía, 16.5 megavatios (MW) de potencia y por año permite eliminar 35.270 toneladas de CO2.

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En Galápagos también se ha apostado por modelos eólicos. Además, por sistemas con biocombustibles y tecnologías de energía solar directa para producir electricidad. Este último ha sido acogido por Cerrito de los Morreños y Santay, en el Golfo de Guayaquil, cuyos habitantes tienen instalados paneles solares en sus viviendas.

A estas iniciativas el Gobierno central suma las hidroeléctricas Mazar, que opera desde mayo del 2010, Ocaña (mayo del 2012) y Baba (abril del 2014).

Todos estos aportan a que de los 5.100 MW del total de la capacidad de energía eléctrica instalada en el país, 2,354 MW (46,16%) provengan de lo que el Gobierno considera como energía renovable. Lo desglosa en energía hidráulica (43.86%), solar ( 0.10%), eólica (0.37%) y turbo vapor (1.83%), que corresponde a generación térmica.

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Así lo registra un balance publicado en la página web del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec) a febrero del 2014. Pero el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable (MEER) dijo a EL UNIVERSO que para el 2017 espera que de la capacidad instalada, el 60,6% se origine de fuentes renovables.

Los 2,746 MW (53,84 %) restantes de la capacidad instalada es de fuentes no renovables: MCI (motores de combustión interna), turbo gas y turbo vapor, que son de energía térmica. Expertos en el estudio de estas energías consultados refieren que aunque son más limpias y alternativas para mitigar el cambio climático, la solar y eólica son tecnologías más costosas y con poca capacidad de generación eléctrica.

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Édgar López Moncayo, máster en Energía y Medio Ambiente y miembro de Cerro Verde, cree que hay pocos de estos proyectos porque en el país, en relación a sus resultados, su costo es elevado. Dice que un panel solar puede costar $ 3.000 y genera una ínfima cantidad de energía (1 kilovatio). En contraparte, las tecnologías de mayor impacto en el medio ambiente, como los biocombustibles y centrales hidroeléctricas y termoeléctricas, resultan más rentables en Ecuador para cubrir los picos de la demanda eléctrica, a pesar de su alta inversión.

López Moncayo señala que una termoeléctrica es una solución inmediata para suplir una necesidad energética de la sociedad porque su funcionamiento requiere de uno o dos meses. Megaproyectos como hidroeléctricas, en cambio, tardan años en ser construidos y requieren más recursos.

Para el 2016 se anunció que entrarían a operar ocho nuevas de estas centrales de energía hidráulica: Toachi-Pilatón, Coca Codo Sinclair, Sopladora, Delsitanisagua, San Francisco, Mazar, Quijos y Esmeraldas. Esto, con miras a reestructurar la matriz energética com más participación de energía renovable.

Pero el nivel de impacto que este tipo de construcciones acarrea hace que se discuta su inclusión a la categoría de energía renovable. Víctor López Acevedo, experto de la organización Ecociencia, sostiene que los impactos van acordes con la tecnología de aprovechamiento empleada. Coca Codo Sinclair, por ejemplo, sí podría considerarse como tal, ya que no tiene un embalse tradicional, sino un aprovechamiento a filo de río. No obstante, indica que afectará a la cascada San Rafael, ya que la represa que se levantará sobre el río Coca hará que esta pierda hasta el 60% de su caudal.

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David Reyes, especialista en temas hídricos de Acción Ecológica, en un documento detalla que estas centrales secan o se apropian de caudales de ríos, páramos, biodiversidad; desplazan poblaciones y no reemplazan la energía térmica ni abaratan el costo de la energía.

Agrega que en la práctica primero se decide implementar un proyecto, después se hacen estudios y luego se informa, mas no se consulta a la población.

46,16%
Renovable

Ese es el total de fuentes de energía renovable que alimenta al Sistema Nacional Interconectado.

2,3%
Renovable

Es el total de energía solar, eólica y turbo vapor que se consume en el país. El 43,86% es hidráulica, según un balance del Conelec.