Rihanna deslumbró y cautivó la noche del domingo en el BEC de Barakaldo, España, a un público entregado con un espectáculo que hizo bailar y cantar a los asistentes al que fue el primer concierto en Europa de su gira Diamonds World Tour.

El Bizkaia Arena del Bilbao Exhibition Centre fue testigo de la llegada a Europa de la cantante de Barbados que, majestuosa y deslumbrante, se presentó con su show ante cerca de 15.000 entregados seguidores.

Cerca de veinte minutos hizo esperar la diva a sus fans, pero nada más apagarse las luces del pabellón todos prepararon sus teléfonos móviles y cámaras para captar el momento que estaban esperando y que les había hecho guardar horas de colas.

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Sonaron los primeros acordes, gritos de los asistentes, una cortina que se cae y apareció ella, vestida con una larga capa negra, de rodillas, cantando Mother Mary.

Después se escondió tras las pantallas, situadas a su espalda, que ascendieron a lo alto del escenario desde donde contemplaron, como el público asistente al concierto, un show de poco más de hora y media que dejó satisfechos a sus fans. En un escenario con varias plataformas que hacían aparecer y desaparecer a los músicos y a la propia cantante, Rihanna repasó las canciones de su último CD, Unapologetic, y otros temas más conocidos.

La de Barbados hizo bailar al público, sobre todo con canciones como Umbrella, Only Girl (In The World) o Dont Stop The Music, que el público recibió de tal forma que los graderíos del Bizkaia Arena temblaron. Rihanna conquistó a los asistentes que vieron cómo la diva incluso bajó a la pista, desde donde cantó y firmó autógrafos, que dio palmas cuando ella se lo pidió, que gritó, bailó y disfrutó.

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Soul, rock, reggae, rap, electrónica, todo se mezcló en un concierto en el que el público cantó y comprobó el alto contenido sexual de su indumentaria y de sus bailes insinuantes.

En lo que parecía el final del espectáculo, desapareció en una plataforma con un “los quiero Bilbao”, pero el público quería más y sabía que todavía faltaba algo que pidió con gritos y silbidos... y la diva salió de nuevo a dárselo.

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Dos canciones más, entre ellas Diamonds que el público cantó totalmente rendido, pero antes Rihanna agradeció la asistencia a un concierto que, dijo, “nunca” olvidará y que, como recordó, era la primera noche del Diamons Tour en Europa. Otra noche de ese tour se vivirá el 1 de junio en el palacio Sant Jordi de Barcelona.