Una normativa anunciada esta semana por el gobierno suizo prohíbe, en ese país, cocinar langostas vivas en agua hirviendo, práctica culinaria extendida en miles de restaurantes de todo el mundo. Según la ordenanza, los crustáceos deberán ser “aturdidos” antes de sacrificarlos para el consumo.

“Los crustáceos vivos, incluida la langosta, no podrán ser transportados sobre hielo o agua helada. Las especies acuáticas deberán mantenerse en su entorno natural”, manifiesta la regulación enmarcada en una revisión de la legislación en materia de protección animal, señala una nota de El País.

Otros países también han legislado al respecto. En Italia, un tribunal dictaminó el pasado junio que las langostas no pueden conservarse vivas en hielo en los restaurantes, ya que, según los jueces, supone un sufrimiento injustificable antes de que sean cocinadas. (I)