Cualquiera diría que los años 70 fueron el más puro horror para los cuartos de baño. Azulejos de diseños estrambóticos; bañeras y lavabos de colores opacos, y siempre algún toque de beige o verde musgo que tiraba el ánimo por el piso. Pues bien, créase o no, en la última feria de sanitarios de Fráncfort esta época volvió a subirse al podio del diseño.