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Los partidos de derecha de España señalaron que pone en riesgo la integridad de la nación, pese a su promesa de que no permitirá un referendo catalán sobre la independencia de la región que violaría la Constitución española.
Tras la sentencia los manifestantes mostraron su inconformidad tomándose el aeropuerto El Prat ocasionando la cancelación de 108 vuelos. Servicios del tren catalán y carreteras de la región también sufrieron bloqueos.
La fallida secesión de 2017 sumió al país en su peor crisis política desde la dictadura en 1975. Doce líderes independentistas catalanes esperan dictamen.
La operación ocurre a las puertas de la sentencia prevista para octubre contra los doce dirigentes independentistas juzgados este año en el Tribunal Supremo por la fallida tentativa de secesión de 2017, cuya condena puede acarrear fuertes protestas en la región.
El exvicepresidente catalán Oriol Junqueras podría enfrentar 25 años de cárcel por rebelión.
Las carreras europeas del expresidente regional de Cataluña Carles Puigdemont, su segundo al mando Oriol Junqueras y el exmiembro de gabinete Toni Comín dependen de varias normas electorales y decisiones judiciales.
Los cuatro diputados están acusados de rebelión por organizar un referendo de autodeterminación prohibido por la justicia antes de la efímera declaración de independencia de esta rica región española en octubre de 2017.
Su presencia en las Cortes eclipsó la elección de dos catalanes, Meritxell Batet y Manuel Cruz, ambos socialistas, para presidir las dos cámaras parlamentarias, algo insólito en la historia de España.
El exvicepresidente regional de Cataluña, Oriol Junqueras, y otros tres independentistas conocidos obtuvieron escaños en el Congreso de los Diputados, mientras que Raül Romeva logró un puesto en el Senado.
Los separatistas catalanes que forman parte de los llamados comités de defensa de la república quemaron fotografías del rey español y bloquearon vías en el centro de Barcelona.
La fiscalía pide penas de prisión de hasta 25 años por cargos de rebelión y malversación de fondos.
Tras una protesta a mediodía, miles de personas se reunieron de nuevo en Barcelona y otras ciudades catalanas para exigir la liberación de 10 catalanes detenidos por rebelión y sedición.
El presidente catalán destituido, Carles Puigdemont, y los cuatro miembros de su gobierno, buscados por la justicia española a raíz de la declaración de independencia, se entregaron ayer a las autoridades de Bélgica, donde se encuentran desde hace una semana.
La vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, asumirá la conducción de Cataluña, luego de que Madrid destituyó a los dos máximos cargos del ejecutivo regional para combatir los anhelos independentistas en la región.
En claro desafío a España, el presidente regional de Cataluña, Carles Puigdemont anunció que el Parlamento catalán decidirá cómo responder a una intervención de la autonomía.
El presidente del Gobierno catalán rechazó la medida. Parlamento regional se reunirá.
Grupos radicales presionan a la generalidad para que declare la independencia.
Las banderas independentistas de muchos balcones de Barcelona resisten como pueden al paso del tiempo. Desteñidas y rasgadas asisten al eterno camino hacia la independencia, que empieza a desesperar tanto a partidarios como a detractores.
La alianza independentista en Cataluña se rompió este miércoles debido al rechazo de la izquierda radical a apoyar los presupuestos del gobierno, una pieza clave en el plan de ruptura unilateral con España.
El objetivo de Cataluña es desarrollar toda la administración necesaria para poder asumir en 18 meses las competencias de un Estado independiente, como la diplomacia exterior, la hacienda pública, la seguridad social o un banco central.