Investigaciones con independencia para garantizar que la verdad y la seguridad de los pacientes de los hospitales prevalezcan es lo que ofreció el ministro de Salud, Jimmy Martin, este martes, luego de que el fin de semana la noticia confirmada de doce muertes de neonatos en el hospital Universitario de Guayaquil conmoviera a los ecuatorianos. Es precisamente lo que demanda la sociedad: transparencia y justicia.

En la Comisión de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes de la Asamblea Nacional se inició la comparecencia de funcionarios de Salud y del hospital. El secretario de Estado, en tanto, anunció que se conformará una comisión externa con expertos, de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud en Ecuador (OPS/OMS-E), para las investigaciones.

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Por claridad e imparcialidad el Gobierno tiene que informar además quiénes encabezarán las misiones, cómo se seleccionará a los expertos de fuera de la OPS/OMS-E que son organismos autónomos. La muerte de doce niños no es un tema menor.

El ministro en su cuenta de X señala que no permitirá “que la desinformación ni la corrupción debiliten nuestro sistema de salud”. Es su obligación no hacerlo, para ello el presidente Daniel Noboa le confió una cartera que está en deuda con los ecuatorianos desde hace mucho tiempo.

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La corrupción en materia de salud ha sido noticia frecuente, les corresponde a las autoridades intervenir para desterrarla.

No puede haber un ecuatoriano honesto que se oponga a la lucha contra la corrupción. Cuando esta se enquista en el sistema de salud amenaza la vida, un derecho fundamental innegociable.

El sistema de salud está debilitado por la corrupción; es menester rescatarlo y devolverle la credibilidad y prestigio perdidos; que los servicios en general sean una constante y no un privilegio. A eso aspira el país. Parte de ello es aclarar lo ocurrido en el hospital Universitario de Guayaquil y velar por que hechos tan tristes no se repitan. (O)