El parque automotor de Guayaquil supera los 700.000 vehículos. En horas pico, pese a la señalización, el tráfico se vuelve conflictivo y, si un semáforo falla, es simplemente caótico. En ese contexto, las soluciones viales llegan como un aliciente y deben estar consideradas en los planes de trabajo de los Gobiernos autónomos descentralizados.
Este 26 de mayo entra en funcionamiento el segundo paso elevado de la avenida de las Américas, construido en ocho meses, de acuerdo con información de la Alcaldía de Guayaquil. Cerca de 104.000 vehículos circulan diariamente por esta arteria y la obra desahogará en buena medida el tráfico hacia el aeropuerto José Joaquín de Olmedo, la autopista Narcisa de Jesús y hacia los cantones Samborondón y Durán.
En tres meses, el 24 % de vehículos matriculados pagó el impuesto al rodaje en Guayaquil
Las obras viales deben ser vistas como apuestas estratégicas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y la productividad de las grandes urbes.
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No se trata únicamente de reducción en los tiempos de traslado de un punto a otro y la descongestión de una arteria, sino de una visión mucho más amplia: cada minuto ganado en el tránsito se traduce en más tiempo productivo, oportunidades económicas y menos estrés causado por los embotellamientos. La obra que el cabildo de Guayaquil abre este lunes ha causado malestar sobre todo en las horas de entrada y salida de los trabajos, pero es el costo que cobra este tipo de infraestructuras. Si la situación en esta zona cambia, habrá valido el sacrificio e incomodidad de los últimos meses.
Las autoridades locales y nacionales están obligadas a servir; para eso son elegidas. A sabiendas de ello, asumen el reto de gobernar, y deben tener presente que el valor de las obras radica en su capacidad de generar una transformación real en la vida cotidiana.
El nuevo paso elevado, según el Municipio, es parte de un plan integral de modernización vial. La ciudadanía es exigente y con toda seguridad reconocerá el trabajo que beneficie a la urbe y siempre pedirá eficiencia. (O)