La Constitución ecuatoriana, el Código de la Niñez y la Adolescencia y más textos legales del país, además de acuerdos internacionales, establecen normas de protección a los niños. Sin embargo, siguen siendo víctimas de atroces acciones delictivas.

Un informe levantado por ChildFund, Kindernothlife KNH y World Vision da cuenta de que entre sus verdugos están hasta los llamados a protegerlos, como familiares y docentes. Uno de los datos más alarmantes señala que en el Sistema Nacional de Educación se han registrado 21.046 casos de violencia sexual.

Las estadísticas obligan a una revisión de procesos en el sistema de educación. Los menores de edad no pueden estar expuestos en el lugar donde acuden para ser formados académicamente.

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La justicia debe funcionar para quien atenta contra los niños y, en paralelo, es oportuna una revisión y evaluación de quienes están o ingresan a este sector, tanto en materia psicológica como pedagógica.

Ministerio de Educación trabajará junto con Unicef para fortalecer programa educativo

Otro dato preocupante es el trabajo infantil: lo desarrollan 230.000 entre niños, niñas y adolescentes, según el reporte. La prioridad en cualquier Estado es que vivan la infancia adecuadamente. En el Ecuador el trabajo infantil está prohibido.

La migración irregular también afecta a los menores. El informe presentado el pasado jueves en Quito anota 3.455 casos de menores de edad ecuatorianos no acompañados en territorio estadounidense, esto, entre octubre de 2022 y junio de 2023.

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El reporte además muestra estadísticas de suicidios, violencia física y sexual, desnutrición y otras situaciones alarmantes.

Los niños son un grupo vulnerable y prioritario en el país. Si las leyes existentes no son suficientes para darles protección hay que reformarlas o si quienes deben hacerlas cumplir están en otra cosa hay que sancionarlos y cambiarlos.

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El Estado, entendido como todos los órganos que lo conforman, no puede pasar por alto hechos tan graves revelados en las estadísticas. Es hora de actuar por los más indefensos. (O)