A mediados de mes se sintió un fuerte sismo en Guayaquil, que tuvo como epicentro el noroeste de la parroquia La Aurora, Daule, y fue de magnitud 6,10. En el centro de Guayaquil hubo afectaciones en la mampostería de edificios públicos y privados.
Ayer, un movimiento telúrico de magnitud 5,2 sacudió a la provincia del Carchi. El Instituto Geofísico reportó que se han registrado más de 12 réplicas de consideración, más un centenar leves. Por lo general, las reacciones ante los sismos duran solo un poco más de lo que demora el movimiento de la tierra. Es necesario que la ciudadanía tenga una mirada de largo alcance al respecto.
El sismo de ayer afectó a varias provincias, pero los daños se concentran en Carchi. Según un reporte temprano del Servicio de Gestión de Riesgos había dos personas heridas, cinco afectadas y 38 casas con fisuras o desprendimientos de fachadas. De estas, 16 estaban en Tulcán, 16 en Montúfar y 6 en Espejo. Además había dos unidades educativas afectadas.
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Qué hacer durante el temblor o terremoto es un tema de necesaria conversación con familiares y allegados: tratar de conservar la calma para lograr mejor capacidad de reacción en caso de tener que socorrer a otra persona, seguir las rutas de evacuación y buscar un sitio para protegerse, alejado de objetos pesados o cortantes que pudieran desprenderse o caer.
Una vez que pasa el movimiento: proceder a verificar el estado de las personas alrededor, el estado de la vivienda, tomando en cuenta si hay ruidos que indiquen posible colapso, ante lo cual se deberá esperar que personal capacitado realice la inspección, cerrar la conexión de gas, electricidad y agua.
Y, para estar alerta ante posibles nuevos sismos, es importante mostrar interés por la acciones a desarrollar en torno a estos; en especial se debe tener un plan familiar de acción para momentos de emergencia y verificar que la estructura de la edificación donde se habita sea segura; en caso contrario, proceder a reforzarla. ¡Prevenir es mejor que lamentar! (O)