Nada positivos son los diagnósticos que se están presentando en la COP28 que se desarrolla en Dubái, a tal punto que hasta la naturaleza pareció hablar, el domingo 3 de diciembre, a través de una capa contaminante que oscureció el horizonte de la ciudad y que según los índices de concentración de partículas, es dañina para la salud.

La crisis climática, ¿palabras o acción?

En medio de respaldos –positivos– como el de la Unión Europea (UE) a iniciativas para incrementar la asistencia humanitaria a países climáticamente vulnerables, hay que lamentar los escasos resultados de la lucha contra el efecto invernadero.

La presentación de un documento elaborado por 67 investigadores de 24 países se centra en aquello. En el texto se revela “la inminente inevitabilidad” de sobrepasar el límite de 1,5 grados de calentamiento global fijado en el Acuerdo de París, una situación “que conllevará un aumento significativo de los riesgos y la incertidumbre” por el calentamiento global, según publica textualmente la agencia de noticias EFE.

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En un intento de evitarlo, los científicos urgen la salida de la dependencia de los combustibles fósiles, de lo contrario difícilmente se permanecería dentro del rango de objetivos del Acuerdo de París.

El grave problema está en que los combustibles fósiles proporcionan el 80 % de energía mundial, aportando electricidad, transportación y procesos de fabricación de gran cantidad de productos.

Dentro de estos combustibles no renovables están el petróleo, carbón y gas natural. El primero es básico en la economía ecuatoriana.

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Un artículo de National Geographic explica que cuando se queman los combustibles fósiles, estos “liberan gases de efecto invernadero que, a su vez, atrapan el calor en la atmósfera, lo que los convierte en los principales responsables del calentamiento global y del cambio climático”. Urge entonces la eliminación rápida y gestionada de esos combustibles, pero el mundo debe alinearse en apoyar a las economías dependientes y frágiles para minimizar los efectos de una lucha que merece la unión e impulso de todos, porque es por la vida. (O)