Antaño era relativamente frecuente en las instituciones, principalmente bancarias, que se habían incorporado a la era de la tecnología escuchar que “se cayó el sistema”. El anuncio dejaba pasmados a los usuarios, porque era incierto el plazo para la reanudación de la atención.

Cuando el fallo ocurre en un sistema hospitalario, la afectación puede tener consecuencias graves. Ayer ‘se cayó’ a escala nacional el sistema informático AS/400 del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). El problema afecta a la atención en consulta externa, al área de emergencias, laboratorios y a las cirugías programadas. Al respecto se impone hallar una pronta solución y no olvidar dar las debidas explicaciones.

Las quejas de los usuarios se han hecho sentir en las redes sociales y en los reportes noticiosos; algunos refirieron que desde la tarde y noche del jueves no habían podido obtener atención y que, como respuesta, recibían: “Se está analizando el tiempo que tome recuperar el sistema”.

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Mediante un escueto comunicado, en la cuenta oficial del IESS en Twitter, la institución informaba que una “falla leve” en el servidor había afectado “momentáneamente” el sistema informático, y se encontraban trabajando para restablecer el servicio en las próximas horas.

Son varias las causas de un fallo general de ese tipo, entre las que se pueden destacar las violaciones a la seguridad, fallas humanas o falta de actualización tanto de los equipos como de los programas informáticos. La mayoría de ellas factibles de ser previstas con una adecuada planificación y supervisión.

El almacenamiento de datos y su disponibilidad son temas de altísima responsabilidad, más aún cuando la información es tan delicada y valiosa como las historias clínicas de miles de pacientes del sistema hospitalario de la seguridad social. Por ello, este suceso no debe perderse de vista, y se debe exigir que se rastree e identifique el origen del fallo para descubrir qué pudo haber sucedido y quién es el responsable del problema. (O)