La quema de años viejos es una práctica cultural que se realiza en Ecuador como parte de las celebraciones de fin de año. Aunque para algunas personas puede ser una tradición divertida y llena de buenos augurios deben conocer que no lo es. Es una tradición negativa que ayuda a la contaminación del aire. La quema de materiales como plástico, cartón y otros objetos utilizados en la construcción de los años viejos libera sustancias tóxicas que contribuyen a la contaminación atmosférica.