En los últimos días la difusión en redes sociales de incendios de vehículos en Guayaquil pone en alerta a los propietarios. Y aunque la estadística que tiene el Cuerpo de Bomberos de la ciudad registra que en lo que va del año ha bajado el número respecto del 2023 y 2024, no deja de ser una preocupación.

Los datos señalan que en 2023 hubo 407 incendios vehiculares; en 2024 fueron 298 y hasta el 5 de agosto de 2025 se anotaron 150. Las causas no constan porque no es competencia de los bomberos su determinación, sin embargo, los expertos coinciden, en el caso de Guayaquil, en que la mayoría de los autos se incendian por fallas mecánicas o en el sistema eléctrico.

A nivel nacional se suma otro motivo de incendio de carros, al menos en Manta se considera que entre el 60 % y 70 % son provocados por los grupos de delincuencia organizada para cubrir evidencias o atacar a sus víctimas de extorsión. En Guayaquil también ocurre esto, pero en menor proporción.

En cualquiera de los casos es un tema por atender desde la ciudadanía y las autoridades en vista de que a todas luces los incendios vehiculares no son temas aislados, sino parte de la crisis de inseguridad que afronta el país.

Las revisiones técnicas que en Ecuador son obligatorias deberían dar una alerta si no se están haciendo los mantenimientos de sistemas mecánicos y eléctricos. Lamentablemente, también están en entredicho instituciones que prestan el servicio y propietarios de automotores que por evitarla pagan un soborno y no la valoran como una medida de prevención de accidentes y daños en sus vehículos. Adicionalmente, hay casos, por resolver, en manos de la justicia en que propietarios acusan a concesionarias por incendios aun cuando van a sus talleres.

En lo que respecta a incendios provocados por delincuentes, es un deber del Estado seguir trabajando en protocolos de seguridad para cumplir la obligación constitucional de garantizar seguridad a la ciudadanía. (O)