El deporte tiene mucha influencia en la sociedad, particularmente el fútbol. El Mundial de Clubes demostró una vez más el poder de convocatoria del fútbol. Ese poder debería ser usado para realizar campañas en contra del consumo de drogas. Los futbolistas famosos convocan mucho. Nuestra selección ya pasó al Mundial, de manera que su fuerte poder de aglutinar se mantendrá durante algún tiempo. Ese tiempo debería ser aprovechado para realizar una campaña permanente en contra del consumo de drogas. No solamente diciendo que no hay que consumir drogas sino representando los terribles efectos de la drogadicción. Una campaña así debería ser gratuita. Los miembros de la selección darían una muestra de compromiso para con la sociedad, y en particular para con la niñez y adolescencia. Sería una campaña con un enfoque cívico. Cero políticos.

El Gobierno nacional o un municipio pudieran convocar a la selección y organizar una campaña así. Ello estimularía –creo yo– la autoestima de la niñez y de la juventud, que tanto necesitan fortaleza para sobrellevar los problemas cotidianos en un país tan difícil como el Ecuador. Ojo, que me refiero a la selección, no a los clubes de fútbol.

La popularidad de nuestros futbolistas que juegan en el exterior debe aprovecharse especialmente para el bien de la sociedad. Nuestros futbolistas estrellas en el exterior tienen una virtud digna de todo reconocimiento: no han perdido la humildad. Moisés Caicedo, Hincapié, Plata, Pacho, entre otros, reitero, no han perdido la humildad. Messi, el gran Messi, tiene la virtud de la humildad, y ello no puede pasar desapercibido en un mundo como el que vivimos. Indudablemente la humildad es un valor muy grande. Recuerdo un futbolista (que aparentemente resultó ser maltratador de mujeres) que en un túnel de acceso a la cancha para presentar al equipo no quiso salir al campo de juego con un niño que emocionado esperaba salir con él.

No se visualizan campañas fuertes del Estado combatiendo el uso de las drogas. Creo que es una omisión que hay que superar. Lo que digo es un hecho, no es un achaque a nadie. Hay que voltear la página y salir adelante; el mundo debe maximizar la lucha a favor del bien, y cada uno de nosotros puede contribuir. Ecuador necesita fortalecer su institucionalidad. Y la selección es una institución sólida sin bandera política. No hace falta venir al Ecuador para hacer la campaña propuesta. Entre videos, TikTok y redes este asunto puede salir adelante. Lo importante es despegar y consolidar la permanencia del propósito. Luego pueden darse otras alternativas. Hay que trabajar con eficacia, con humildad, con especificidad de objetivos. Es cuestión de organizarse, de fijar metas claras, de dar seguimiento, de establecer una forma sencilla de trabajar y de coordinar la campaña. Los resultados pueden ser espectaculares. La niñez y la juventud están ávidas de contar con programas así. Los famosos, como Roberto Manrique, podrían ayudar en la introducción de la campaña. Eso sí, hay que tener de lejitos a los figuretis. Cero farándula. ¡Que todo sea por el Ecuador! (O)