El 11 de abril el Ecuador irá a las urnas para escoger entre Andrés Arauz, candidato del correísmo, y Guillermo Lasso, de la alianza CREO-PSC (con apoyo de otras fuerzas). Se trata de dos alternativas diametralmente opuestas.

Arauz escribió en su artículo sobre la ‘desdolarización buena’ que elevará el impuesto a la salida de divisas (ISD) al 27 % y que el Banco Central concedería un ‘cupo fijo’ para los importadores; Lasso propone eliminar el ISD. Arauz podría aumentar los aranceles y cobrar salvaguardias.

El bloque correísta en la Asamblea propuso entregar una renta básica universal en moneda electrónica; Arauz desestimó esa propuesta y dijo que entregaría un bono de $ 1.000 tomando los recursos de la reserva del Banco Central. Dichos recursos corresponden al encaje de los bancos comerciales, es dinero de los depositantes. Actualmente la reserva internacional no cubre el encaje; desde 2014 hay una brecha de $ 7.000 millones entre activos y pasivos del BCE.

La propuesta de Lasso se centra en la generación de empleo; ofreció aumentar el salario mínimo mensual a $ 500. Y ha propuesto bajar cinco impuestos, mientras que Arauz propone aumentar el impuesto a la renta. Arauz apostaría por fortalecer el estatismo y aumentar el gasto; Lasso buscaría fortalecer al sector privado.

Mientras Lasso ha dicho que fortalecería la dolarización, Arauz habla de moneda electrónica y de utilizar los recursos de la reserva. Al negarse a bajar el gasto e inversión públicos, Arauz mantendrá un alto déficit y continuará con el endeudamiento; es probable que su política fiscal, su propuesta de elevar el ISD, el uso de las reservas y la emisión de dinero electrónico impedirían que Arauz reciba desembolsos del FMI por $ 2.500 millones.

En temas que interesan a votantes jóvenes y progresistas de Hervas y Yaku, como la minería, la explotación petrolera y las fuentes de agua, la posición de Lasso es más cercana a esos votantes que la práctica del correísmo, que expandió la extracción petrolera y minera, incluso en lugares de alta biodiversidad y vulnerabilidad como el Yasuní. Este extractivismo durante la década de Correa incluso llegó al asesinato de varios líderes indígenas, como Bosco Wisuma, Freddy Taish, José Tendentza, 3 de 35 asesinatos no esclarecidos.

El correísmo enfrenta acusaciones y sentencias de corrupción, incluyendo a R. Correa, Jorge Glas, once exministros, Alexis Mera, Carlos Pólit, asambleístas, Pedro Delgado, directivos del IESS y de Petroecuador, entre otros. Ocho llegaron a estar presos, los demás están prófugos. Se estima que se perdieron $ 35.000 millones por la corrupción. Arauz ha dicho que buscará que se descarten las sentencias contra Correa y miembros de su gobierno.

Pese a que el gobierno de Correa investigó la presunta participación de Lasso en el feriado bancario, nunca fue acusado (Eduardo Valencia dirigió la investigación y encontró presunciones de culpabilidad de Pedro Delgado y Juan Falconí Puig).

Arauz afirma que las plataformas virtuales son monopolios naturales y deben considerarse bienes de utilidad pública; buscaría controlar a los usuarios de esas plataformas. (O)