El virus de la viruela símica es también un poxvirus que pertenece al género de orthopoxvirus, al igual que la viruela humana (variola), virus de la vacuna (vaccinia), virus de la viruela ganado bovino. Este virus fue aislado por primera vez en 1958 a partir de los monos cynomolgus infectados en cautiverio.
Entre 1970 y 1986 se reportaron los primeros casos de viruela de los monos en seres humanos, en el oeste de África y en los países africanos de la cuenca del Congo, después de la erradicación de la viruela humana en esas regiones. La vacuna contra la viruela protege o reduce las manifestaciones clínicas de la viruela de los monos. En sujetos no vacunados con el virus de la vaccinia, el índice de letalidad es del 11 %. La vacunación protege de la viruela símica o aminora su intensidad. La enfermedad es una zoonosis rara. Los primeros brotes de la viruela de los monos por transmisión interhumana se registraron en 13 aldeas de Kasai Oriental, Zaire, entre 1996 y 1997; se sugirió la ausencia de vacunación y las epidemias concurrentes en un número grande de animales, permitieron que el virus de la viruela de los monos cruzara la barrera de especies a los seres humanos. En el 2003 se informó el primer caso de viruela de los monos en un brote en múltiples sitios de los Estados Unidos. La tasa de mortalidad varía del 1 al 14 %. Es probable que el virus de la viruela símica aislado en el 2003 sea un virus atenuado naturalmente proveniente de África. Los síntomas son más leves, los pacientes presentan fiebre, problemas respiratorios y una exantema vesicular o erupción en la piel parecido al de la viruela; una diferencia es que las linfadenopatías notables (agrandamiento crónico anormal de los ganglios linfáticos) son mayores en los casos de viruela de los monos durante los estadios iniciales de la enfermedad, signo que no se observa en la viruela humana. Las infecciones humanas con la viruela de los monos son similares a la viruela humana y, aunque menos graves, tienen una tasa de mortalidad del 11 %. Esta infección se observa cuando el humano entra en contacto cercano con animales infectados. En su estado natural, la viruela de los monos no se transmite fácilmente a los humanos. (O)
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Jaime Benites Solís, médico clínico intensivista, Guayaquil