Desde que apareció en China el coronavirus que nos aflige hasta estos días, hay dos temas que como profesional de la salud me agobian, preocupan y mantienen activa mi mente, y son en su orden: a) la identificación de la especie animal que sirvió de puente desde su origen hacia el hombre, tema en estudio por parte de la OMS; y b) la rápida y fulminante difusión del virus en el mundo que ha dejado perplejas a la ciencia médica humana y veterinaria, lamentablemente hasta ahora sin respuestas convincentes. Estos temas son el claro reflejo de la importancia que tiene la ciencia veterinaria en este fenómeno sanitario mundial, pues está capacitada para afrontar respuestas, pero inexplicablemente fue aislada por la OPS desde el origen de la pandemia de participar, pero identificando su error ha ido cambiando paulatinamente hasta expresar ahora la importancia de la veterinaria en la triada científica de una sola salud, junto a la medicina humana y a la ecología; y catapultada como imprescindible para afrontar en el futuro problemas como el actual. Los veterinarios especializados en el tema deben continuar demostrando su validez científica sobre virus y otros patógenos que amenazan la salud de los humanos y animales, y evitar azotes. (O)
José Manuel Aguilar Reyes, médico veterinario; Memphis, EE. UU.