Dicen que hay que armar a la población para protegerse de la criminalidad. No están enterados de que la mayoría ya tiene en las manos otra arma y muy letal: un vehículo motorizado y la licencia para manejarlo. Los que los poseen, no toman conciencia de que con eso pueden terminar con sus vidas o con las de otros.

Lo horripilante del accidente de tránsito el domingo 18 de junio, el Día del Padre (murieron atropellados un abuelo y sus dos nietos), es una muestra de lo que asevero. Uno se pregunta, después de tantas infracciones graves cometidas al conducir un vehículo, ¿por qué se puede seguir teniendo licencia para manejar?, ¿cómo las autoridades no despojan de las licencias a infractores, con la prohibición de volver a sentarse frente a un volante por haber cometido múltiples violaciones a la ley? Por otro lado, si existen filmaciones por las cámaras del 911, de las infracciones, los accidentes y las carreras de infractores huyendo etílicos, ¿cómo es que no hay patrulleros persiguiéndolos o intentando bloquearlos?, brillan por la ausencia. En un solo fin de semana 149 accidentes, 6 fallecidos e incontables heridos dan prueba de la irresponsabilidad. Es conocido a nivel mundial que Ecuador es uno de los países con peor política de manejo de vehículos, gente no sabe conducir, alguien medio les enseña, compran las licencias, no conocen señaléticas, reglas de tránsito, ignoran algo elemental como usar las direccionales para cambiarse de carril, y si de casualidad las usan, las dejan activadas el resto de su trayecto; manejan sobre dos carriles para ver por cuál van más rápido. Los conductores no muestran cortesía, no dan paso a alguien que les indica que quiere cambiarse de carril o salir de un atasco. No observan los límites de velocidad, realizan maniobras increíbles de ‘desmanejos’, salen disparados de los parqueos sin mirar si viene un vehículo, sin poner la direccional. Y qué podemos decir del doble parqueo para conversar en la calle de vehículo a vehículo, o salir del vehículo y dejar la puerta abierta sin importar obstaculizar el tráfico. Hay desconsideración y prepotencia por el hecho de tener un vehículo, y si es de alta gama, peor. ¿Qué hacen los agentes de tránsito?, conversan o miran el celular. Vuelvan a imponer el sistema de puntos a las licencias, pues frenará a aquellos que si no les importa la vida de otros, al menos les importa no perder la licencia de conducir. (O)

Nelly Lozada García, Guayaquil