El miércoles 22 de marzo del presente año, a las 08:00, en el norte de Guayaquil, en la avenida Francisco de Orellana, una camioneta de la ATM –Autoridad de Tránsito y Movilidad– con dos ocupantes, me detienen en media calle a indicarme que las placas de mi vehículo no las había cambiado y que por eso procederían a la retención de mi carro y de mi persona, tratando de que yo me asustara.