Un amigo y colega escribió en Twitter: “La escasez de puestos de trabajos para médicos recién graduados es abrumadora, la oferta de posgrados a nivel nacional es paupérrima y muchos especialistas no encuentran dónde ejercer. Es la realidad médica ecuatoriana”.

Lamentablemente la falta de posgrados nacionales desmotiva a los profesionales que terminan su año de salud rural, tanto por la limitada oferta de plazas como de programas de especialidad, y por la escasa oferta laboral para médicos jóvenes. Se enfrentan los médicos rurales al salir de la rural, sin posibilidad de trabajar en el sector público porque no hay oferta, tampoco hay para los posgrados nacionales. Es muy grave el escenario de los profesionales de la salud, sobre todo de los más jóvenes. Esto, considerando que cada año el número de galenos a nivel nacional aumenta, más no así los posgrados para especializaciones médicas; ni se diga las plazas de trabajo que son escasísimas. Y si ya son muy perturbadoras las pocas ofertas laborales y de posgrado, la remuneración sobre todo a especialistas no es adecuada. Un profesional que invirtió mucho dinero en especializarse en el exterior se enfrenta al trabajo mal pagado. Un ejemplo, un neurocirujano no puede ganar lo mismo que un especialista en medicina familiar o medicina interna. El neurocirujano está expuesto a más riesgos por su abordaje a sitios anatómicos complejos, con riesgos que podrían decantar hasta en demanda o juicio por mala práctica médica. Otro punto es la remuneración a posgradistas, debería ser igual como la de médicos generales, mas no un pago misérrimo sin derecho a la seguridad social.

Los posgradistas no deben ser considerados “mano de obra barata”, como escuchaba decir a un desubicado. El gremio médico debe exigir posgrados y no solo los habituales, no ser considerado pringado subalterno. (O)

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Luis Antonio Coello Kuon Yeng, doctor en Medicina, Esmeraldas