Las amenazas a la integridad a otras personas, y específicamente a la vida humana, están contempladas en nuestro Código Integral Penal y son merecedoras de pena de reclusión, según los agravantes en que se hayan suscitado.

Los periodistas profesionales o no, que ejercen desde la reportería y el comentario personal, a través de columnas de opinión, conocen en profundidad las normas éticas que deben cumplir para ser verdaderos orientadores de la ciudadanía.

Venezuela, ¿mejor que Ecuador?

La libertad de expresión y de pensamiento no es exclusiva de los periodistas y columnistas, sino de los ciudadanos en general, y aquello está consagrado en los convenios internacionales suscritos por Estados democráticos.

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De ahí mi solidaridad con Walter Spurrier Baquerizo, prestigioso columnista del diario EL UNIVERSO, que ha sido amenazado a su integridad personal por haber expresado su opinión en su artículo Venezuela, ¿mejor que Ecuador?, publicado el domingo 10 de septiembre.

La libertad de expresión (...) no es exclusiva de los periodistas y columnistas, sino de los ciudadanos en general...

Los centenares de venezolanos que se movilizan lejos de su país podrán emitir su libre pensamiento en caso de disentir de lo expresado por el columnista, pero de ahí a querer imponer su versión con violencia no puede ser.

Como bien lo ha consignado EL UNIVERSO en su editorial Amenazas a las libertades, el viernes 15 de septiembre, existe la preocupación de la Red Internacional de Periodistas sobre la situación que atraviesan los periodistas ecuatorianos, “en medio de una crisis política, social e institucional”.

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Amenazas a las libertades

Considero que el Estado, sus instituciones representativas y los organismos gremiales de los periodistas deben colaborar en unidad de esfuerzos para impedir que las libertades ciudadanas sean violentadas por quienes asumen actitudes que disienten de la convivencia pacífica que debe primar en Ecuador. (O)

Dannis D’Lucca Morales, abogada y periodista, Guayaquil