Cada vez que presenciamos hechos deplorables en la Asamblea, nos lamentamos y repudiamos los métodos de selección de los candidatos.
Un código de la democracia que permite esos dislates no es código de la democracia.
Se elige para asambleístas a personas que carecen de la sensibilidad cultural necesaria para evaluar situaciones, para respetar a los demás y para respetarse a sí mismas.
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Es denigrante escuchar a asambleístas que acusan a funcionarios sin mostrar ninguna prueba y sin un solo sustento sólido, esto es solamente comparable a presenciar un berrinche entre niños de escuela, donde se esgrimen argumentos banales para justificar su ataque. Una inmadurez producto de educaciones deficientes, y formaciones familiares y sociales aún más deficientes.
Y lo que es peor, ver a exmandatarios solidarizarse con esas acciones de manera bastante superficial, solamente por fortalecer una posición política sin ton ni son.
Bochorno en la Asamblea Nacional
Pero lo más lamentable es comprobar cómo un grupo político exhibe exactamente las mismas características: escasez de razonamiento, insensibilidad cultural, indolencia intelectual, quemeimportismo social, y muchas falencias más.
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La actuación de la asambleísta Mónica Palacios en contra de la ministra Palencia pone en evidencia, una vez más, las características de un grupo político agobiado de fanatismo y de sumisión. Desnuda las carencias intelectuales, la educación deficiente y la falta de voluntad de superación personal: evidencia las ganas de ser sometidos a la voluntad ajena, propia de quien carece de entendimiento natural.
Daniel Noboa reprochó ataque de la asambleísta Mónica Palacios contra la ministra Mónica Palencia
No andan muy lejos las expulsiones de partidos políticos por no someterse a disciplina partidista: lo que se pretende es tener zombis sometidos a la voluntad ajena. Penoso.
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La Asamblea Nacional es un foro para tener a la gente más pensante y mejor preparada que beneficien al electorado, con actuaciones ejemplares y brillantes, que eduquen y orienten, que sean ejemplo a seguir. Ya lo hemos tenido, con el antiguo congreso con verdaderos ejemplos a seguir, no como hoy, burdos seguidores de consignas, sin pensamiento propio, utilitarios para intereses ajenos.
Mi pregunta es: ¿cómo alguien inteligente y preparado puede escoger tremendos asambleístas? La respuesta es fácil: quien los escoge está al mismo nivel. (O)
José Manuel Jalil Haas, ingeniero químico, Quito
