Son dos o tres médicos, y ningún abogado, padre y madre de familia, religioso que denuncie por cartas, exija al presidente Lasso, no permita más asesinatos de niños, a través del aborto. ¿No vale la vida de los pequeñitos bebés que nadie los defiende de que les arranquen pies, dedos, brazos, piernas, órganos, cabeza, etc., durante un aborto?

Más importa la actividad comercial, declarar finalizado el uso de la mascarilla y la baja de la pandemia para que el pueblo salga a consumir, trabajar, hacer turismo y gaste, compre, venda, reactive la economía porque con dinero Ecuador será feliz y desarrollado. La economía no es más importante que la vida. El país no puede ser justo, culto, rico si permite matar niños con una ley maldecida asesina. Las personas que permiten o son indiferentes al aborto tienen responsabilidad en la sangre derramada de cada niño abortado. (O)

Desiree A. de Montalvo, Guayaquil