Ernesto Albán Mosquera, excelente actor, humorista, nació el 5 de junio de 1912 en Ambato; falleció el 22 de julio de 1984 en Quito. Luciendo un pequeño bigote, terno y un sombrero negro, encarnó a Don Evaristo, empleado público, el personaje famoso de las 'Estampas quiteñas', que escribió el ecuatoriano Alfonso García Muñoz.


Hace unos 70 años se presentaba en los cines del país Don Evaristo Corral y Chancleta (personaje interpretado por el primer actor ecuatoriano del siglo XX, ambateño, Ernesto Albán Mosquera), quien criticaba las barbaridades que los políticos cometían en sus andanzas proselitistas, y lo hacía rememorando algunas frases de poetas, entre ellos, del poeta español Gustavo Adolfo Bécquer.

En el presente, voy a retrotraer, por ser jocosas, unas frases de sus actuaciones y entre estas parafraseando a ‘las golondrinas’, por los asambleístas, por su falta de conocimiento de la Constitución de la República, diríamos que son buenos para buscar causales contra el presidente de la República, pero no para ver las mismas causales en sus deberes constitucionales, que en el artículo 83 numeral 8 ordena: “Administrar honradamente y con apego irrestricto a la ley, el patrimonio público, y denunciar y combatir los actos de corrupción”. Si tienen dignidad, eso debería aclararlo el presidente de la Asamblea, bajo la cual se cobijan 42 glosados. Prosiguiendo con Don Evaristo, parafraseando diríamos: volverán los obscuros asambleístas de sus curules, volver a calumniar, pero aquellos que en el puesto de asambleístas fracasaron, esos no volverán. (O)

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Salvador Loffredo Autheman, ingeniero civil, avenida Samborondón