Esta frase es tan cierta y se puede aplicar al tema de esta carta: “por sus obras se los reconocerá y recordará”.
Los puestos públicos son transitorios, se logran por méritos o votación popular. Siendo esta la oportunidad de pasar a la historia y dejar asentado un nombre, en obras simbólicas que un pueblo siempre recordará.
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Existen reconocidas obras que exalcaldes las levantaron como promesa a la comunidad, que va acorde a la frase inicial de esta carta. Sin embargo, estas mismas obras son las que merecen un constante mantenimiento para sostener su brillo.
Es urgente que la nueva administración municipal de Santa Elena ponga su mirada y delegue a la comisión correspondiente que logre adecentar los espacios verdes, piscinas y juegos infantiles ubicados en el cerro El Tablazo, que se encuentra en un estado deplorable.
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Por otro lado, también está el caso del cementerio general de Santa Elena, que debería mantener abiertas sus puertas principales, que permanecen cerradas, porque para visitar las tumbas hay que dar la vuelta a todo el camposanto para poder ingresar. Además, hace falta más seguridad y podar constantemente las malezas que tapan las tumbas.
Mientras tanto, el parque recreacional Sixto Durán-Ballén, que está frente al cementerio, merece que se le brinde más atención, terminando su estructura y llenando su laguna, porque solo está operativa una parte.
El parque central Vicente Rocafuerte requiere más iluminación y arreglos de los juegos infantiles. Por otro lado, la pileta del parque de La Madre es un espacio muerto, antes fue un ícono y punto de encuentro por el colorido de su chorro de agua.
Que las banderas o inclinaciones políticas no influyan en la tarea de brindar una constante atención a los sitios representativos de la capital provincial. (O)
Evelio Reyes Tipán, Santa Elena