Vientos de tranquilidad y progreso percibimos todos los ecuatorianos después de los resultados de las votaciones (11 de abril, 2021) y rogamos que nunca más se presente esa pesadilla irreverente que nos tuvo aturdidos por algunos años.
Nuestro presidente saliente, político respetuoso, tuvo el acierto de acabar con las fatídicas sabatinas, las cuales como en un coliseo romano se vejó a diestra y siniestra y todo esto bajo las notas de la antigua canción escolar Patria tierra sagrada, que la convirtieron en ese tiempo en su himno a la corrupción. (O)
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Alfredo Víctor Minervini, Guayaquil