Bien por usted, señor presidente, bien por todos los ecuatorianos al haber –con creces– cumplido su ofrecimiento: vacunar a 9 millones de ecuatorianos en sus 100 primeros días de gobierno.

Fue un ofrecimiento audaz que muchos creímos imposible de cumplir. Cientos de ecuatorianos, por no decir miles, le deben la vida, e incluyo en esto a muchos de los que se oponen irracionalmente a su labor de gobierno. Usted, presidente, cuenta con el respaldo mayoritario del pueblo ecuatoriano que al fin tiene al frente del Gobierno a una persona que no solo piensa, sino que busca y se empeña en mejorar la situación económica y social de la inmensa mayoría de ecuatorianos. Manténgase firme en su empeño que cuenta con el respaldo popular. Deje, y no le importe, que Llori llore junto a Quishpe e Iza a la cabeza y a órdenes del correísmo, así como de los 32 asambleístas que tienen glosas de la Contraloría General de la Nación. Todos estos dicen que son chantajeados por el presidente, cuando es todo lo contrario. Da pena y vergüenza la composición de la Asamblea, no se diferencia en nada a la anterior, pues todos buscan acomodarse a cambio de su ‘bitcoin personal’, pero en esta ocasión el presidente Lasso está dispuesto a no aceptar esta moneda de transacción que rigió en los gobiernos que sumieron al país en la corrupción, generalizada por todos los funcionarios e instituciones del Estado ecuatoriano. Por supuesto, superar y terminar con lacra que ha destruido moral y económicamente nuestro país, tarea poco menos que imposible; pero con el presidente Lasso y sus primeras actuaciones, pareciera verse una luz al final del túnel negro de la corrupción. Aspiramos y esperamos así sea para bien de nuestro país. (O)

Jorge Luis Rojas Silva, doctor en Jurisprudencia, Guayaquil