La madre es el mayor tesoro de la vida, pétalo de flor del corazón, faro que con luz ha resistido a las tormentas y a las sombras; luchadora en su ineludible misión de dar vida y sustento a un nuevo ser.

Pensar en nuestra madre es como burilar nuestro espíritu en aras de consagrar a la mujer que nos formó un norte positivo. Paradigma de amor y trabajo, espejo de sensibilidad infinita, ejemplo de abnegación, esfuerzo y sacrificio; enseñanzas de la moral, el respeto y las buenas costumbres.

El Día de la Madre es alegría, el más hermoso del año. Señor, bendito seas, porque nos diste madre. (O)

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Esneyder Castro Salvatierra, profesor, Jipijapa