En un mundo cada vez más conectado y tecnológicamente avanzado, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un pilar fundamental para la gestión administrativa y financiera de ciudades, incluso de aquellas de menor tamaño que, a menudo, enfrentan la falta de recursos económicos. Esta posibilidad tecnológica permite mejorar la calidad de vida de sus habitantes y abordar problemas tan complejos como la sobrepoblación y la congestión vehicular.
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Uno de los mayores desafíos que enfrentan las ciudades es la gestión administrativa y financiera. La IA se ha convertido en una herramienta poderosa para abordar estos problemas, pues puede automatizar tareas repetitivas, como la clásica “contabilidad”, reduciendo errores y aumentando la eficiencia; puede analizar grandes cantidades de datos para tomar decisiones más informadas sobre la asignación de recursos y la planificación a largo plazo.
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Responsabilidad en el avance tecnológico
En ciudades donde los recursos son limitados, optimizar la gestión financiera es crucial. Fundamental es identificar áreas de gastos innecesarios y mejorar la recaudación de impuestos a través del análisis de datos más precisos. Esto permitiría invertir recursos en infraestructuras y servicios básicos que tanta falta hacen. La IA desempeña un papel crucial al optimizar la provisión de servicios públicos; por ejemplo, puede predecir patrones de demanda y asignar recursos de manera más eficiente a áreas como seguridad, espacios públicos, zonas verdes, cultura, etc. Permite también optimizar el tráfico y el transporte público, con lo cual se reduciría la congestión y mejoraría la movilidad vehicular. Los sistemas de gestión del tráfico basados en la IA perfeccionan la sincronización de semáforos, reducen tiempos de espera y minimizan la congestión. Este recurso que ya se utiliza en otras ciudades proporciona información –en tiempo real– sobre rutas y horarios, fomenta el uso del transporte público y reduce la necesidad de vehículos privados. La planificación urbana es esencial para garantizar un crecimiento ordenado y sostenible de las ciudades, proporciona herramientas de análisis de datos que ayudan a tomar decisiones sustentadas. Los algoritmos de IA pueden evaluar el impacto de diferentes escenarios de desarrollo urbano y ayudar a tomar decisiones sobre la ubicación de nuevas infraestructuras, equipamientos, zonas verdes, áreas de residencia; además, pueden identificar patrones de uso de suelo y predecir tendencias demográficas, lo que facilita la planificación a largo plazo.
En resumen, la IA está desempeñando un papel fundamental en el desarrollo urbano, desde la gestión administrativa y financiera hasta la optimización de recursos públicos. Ofrece soluciones efectivas para los desafíos que se enfrentan a diario y contribuye efectivamente a la creación de entornos urbanos más sostenibles y habitables.
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La inversión en tecnologías se está convirtiendo en una “inversión para el futuro” y su impacto positivo se hace cada vez más evidente. (O)
Eugenio Morocho Quinteros, arquitecto, Azogues