Estaba repasando el libro de Erich Fromm El arte de amar, es genial porque pone todas las cosas en orden y porque no es verdad que el amor viene de repente a simple vista, ya que eso es atracción, afinidad o gusto; el amor es mucho más, es conocimiento, empatía, estudio.

Cada cuál decide ser mejor o peor

No puedo amar a quien no me ama ni puedo exigirle nada, primero hay que estudiarlo: quién es, de dónde viene, quiénes son sus padres, cómo son sus genes; hay muchos lobos disfrazados de ovejas y el amor, que es algo mágico, sagrado y divino, no se lo puede entregar a cualquiera, ya que eso sería vivir en martirio.

Dios nos ha dado todos los argumentos y las armas para vivir y hacer de esta travesía algo bello y fantástico, nos da un cerebro inteligente para pensar, lo que no les dio a todos los animales. Nos dio los sentidos para disfrutar de toda la belleza de un universo fantástico. Nos dio ojos para ver y disfrutar del sol, la luna, las estrellas, el mar, la tierra, ver florecer las plantas y ver explotar la semilla, ver crecer a los árboles para que nos den alimentos y sombras. Nos dio oídos para disfrutar desde el silencio todos los sonidos, la sinfonía, los boleros, la salsa, la poesía. Nos dio labios para cantar, besar y degustar de las más sabrosas delicatessen con la clásica comida que le gusta a la gente. Nos dio el tacto para acariciar la piel tersa de la mujer amada y el pelo ensortijado de un hijo o hija.

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¿Y qué es el amor?

La vida es un arte y por tanto hay que moldear y tratar de perfeccionar nuestra propia figura no perfecta, pero sí accesible a la felicidad como nos gusta y no seguir a nadie, ser nosotros mismos en busca del hermoso mundo de nuestro interior que es lo eterno. Jamás darle a nadie nuestra libertad porque por ella hemos luchado toda la vida y por ella se sacrificaron nuestros héroes. En la vida el arte es acertar bien en el blanco como Cupido en el corazón sin jamás perder la razón. (O)

Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro