En un mundo donde las ideologías persisten en la creencia de que sus batallas pírricas pueden transformar un país o una sociedad, los resultados nos recuerdan las sabias palabras del papa Francisco: “Las ideologías terminan mal, no sirven, tienen una relación incompleta, enferma y mala con el pueblo”. Sin embargo, dado que el mundo insiste en encasillar todo dentro de una ideología, quisiera proponer una nueva: la ideología del sentido común.
Muchos gobiernos, incluido el actual, intentan aplicar la ideología dictada por sus líderes, algunos ciñéndose estrictamente a lo que internacionalmente se conoce como liberalismo, el conservadurismo, el socialismo o el comunismo. No obstante, ninguna de estas ideologías ha logrado solucionar los problemas cotidianos de sus pueblos y algunas han demostrado ser un fracaso rotundo dondequiera que se han aplicado. Como decía san Josemaría: Estas crisis mundiales son, en esencia, crisis de santos.
Carta al presidente Daniel Noboa y a la Asamblea Nacional
El Gobierno actual ha mostrado buenas intenciones y, aunque lentamente, ha avanzado en la resolución de problemas. Sin embargo, creo que es fundamental aplicar rigurosamente la ideología del sentido común. En este sentido, presento algunas sugerencias para implementar esta ideología:
Publicidad
-No negociar con el mal. Con el diablo no se negocia ni se pacta y siempre termina traicionando. Aunque a corto plazo parezca haber ganancias, a largo plazo siempre se pierde al negociar con él.
-Selección de ejecutivos por méritos. Los ejecutivos de empresas estatales y ministros deben ser escogidos basándose en sus méritos. Las referencias personales solo deberían considerarse si están acompañadas del prestigio y éxito profesional.
Bases militares extranjeras: urgentes
-Involucrar a la gente honrada. Se entiende que la gente honrada no siempre quiera participar en política, pero en este país existe mucha gente honesta, proba y capaz que podría ocupar cargos públicos. Es crucial convocarlos a un compromiso de sacrificio por el país y garantizarles el apoyo del presidente.
Publicidad
-Priorizar la justicia sobre la seguridad inmediata. Señor presidente, no compre armas, no compre cámaras, no invierta más en seguridad mientras no se resuelva el problema de fondo: la justicia. ¿De qué sirven las cámaras de seguridad si solo sirven para que los delincuentes las saluden? ¿De qué valen las armas y los policías si al día siguiente el delincuente sale libre de la cárcel? Por otro lado, no se comprende por qué no se utilizan jueces sin rostro para juzgar a los criminales.
-Reemplazo de la matriz energética y combate a la corrupción. En este medio, columnistas, economistas e ingenieros han sugerido reemplazar la matriz energética, entre otras cosas, usando el gas natural que tenemos en abundancia en nuestro territorio, eliminando así el subsidio al gas.
Publicidad
Todos deseamos que este Gobierno triunfe en su gestión, pero para ello es fundamental que nos decidamos a hacer caso a la advertencia de nuestros padres cuando decían que el sentido común es el menos común de los sentidos. (O)
William Castillo Navas, Guayaquil