En un rincón de Ecuador, donde los rayos del sol se entrelazan con la brisa marina, se alza un faro de esperanza para los jóvenes atrapados en las garras de la adicción.

https://www.eluniverso.com/opinion/cartas-al-director/la-drogadiccion-nota/

Este faro lleva el nombre de Comunidad Terapéutica San Juan Pablo II, y su misión es clara: rescatar, rehabilitar y transformar vidas.

San Juan Pablo II no es solo un centro de rehabilitación, es un refugio donde los adolescentes encuentran una segunda oportunidad. Aquí, los muros no juzgan, sino que acogen con compasión a quienes luchan contra las drogas. La comunidad terapéutica se erige como un faro de luz en medio de la tormenta, guiando a los jóvenes hacia la recuperación.

Publicidad

‘Para evitar ser criminalizados (consumidores) van a volcarse a los centros de salud y las atenciones van a aumentar, sobre todo en Guayaquil’: Cristopher Moreno, narcólogo encargado de programa municipal

Este noble proyecto, impulsado por la Arquidiócesis de Guayaquil, ofrece un enfoque integral. No solo se trata de liberar a los jóvenes de las cadenas de la adicción, sino también de reeducarlos, fortalecer su espíritu y brindarles herramientas para enfrentar la vida con valentía y determinación.

San Juan Pablo II es más que un centro físico, es una comunidad de almas comprometidas. Los profesionales, voluntarios y líderes religiosos trabajan incansablemente para sanar corazones rotos y restaurar la fe en un futuro mejor. Su labor desinteresada merece nuestro reconocimiento y gratitud.

Nueva alerta mundial por drogas sintéticas

La Junta de Beneficencia de Guayaquil, con su larga trayectoria en asistencia social, ha sido un pilar fundamental en este proyecto. Su apoyo financiero y logístico ha permitido que san Juan Pablo II florezca y alcance a aquellos que más lo necesitan. A ellos, nuestra más sincera felicitación y gratitud.

Publicidad

Pero no basta con aplaudir desde las gradas. La comunidad también tiene un papel crucial en esta lucha. Cada uno de nosotros puede ser un faro de esperanza para aquellos que sufren. ¿Cómo? Apoyando a san Juan Pablo II, difundiendo su labor, donando recursos, pero sobre todo brindando comprensión y empatía a quienes luchan contra la adicción.

Estos son los parámetros judiciales para aclarar dudas tras derogatoria de tabla de consumo de drogas

Hoy, hago un llamado a la comunidad ecuatoriana, unámonos en esta cruzada. Juntos, podemos iluminar el camino hacia la recuperación y la transformación. Cada gesto de apoyo, cada palabra de aliento, es un paso hacia un Ecuador libre de adicciones.

Publicidad

San Juan Pablo II es un faro que no se apaga. Sigamos su luz y construyamos un futuro donde la esperanza venza a la desesperación, donde los jóvenes encuentren un puerto seguro en medio de la tempestad. Por un Ecuador sin adicciones, por un mañana más brillante. (O)

Javier Sebastián Barragán Rovira, abogado, Guayaquil