Muchos gobiernos nacionales de turno, así como autoridades de los GAD, prefectos, alcaldes y presidentes de los gobiernos parroquiales, han desatendido, menospreciado, desvalorizado y abandonado a los agricultores y campesinos, quienes por la falta de apoyo, capacitación, asistencia técnica, semillas, insumos y escasez de sistemas de riego siguen migrando, con la esperanza de encontrar mejor días, en las poblaciones urbanas del país o en el extranjero.
La migración campesina es consecuencia de la negligencia e improvisación de los gobiernos nacionales de turno y de las autoridades de elección popular, por eso es el momento de valorar a quienes realmente son los verdaderos proveedores de los productos básicos en la mesa de los ecuatorianos, nuestros pequeños agricultores, porque sin ellos no encontraríamos absolutamente nada en los mercados de la ciudad ni en las tiendas de abastos, para poder alimentarnos, incluso, a precios razonables, siempre y cuando, se controle el abuso desmedido, de los infaltables acaparadores, intermediarios y especuladores.
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¿Cómo podemos mejorar al Ecuador?
En tiempos de crisis económica y pandemias nuestros hermanos campesinos agricultores, jamás descansan, siempre los encontramos trabajando en sus pequeñas parcelas, casi las 24 horas del día, buscando la manera de labrar la tierra, comprar la semilla para sembrar, regar el suelo para que produzca y luego cosechar, pero todo demanda gastos y sacrificios, que nunca son recompensados, cuando se trasladan a los centros de comercialización.
Pese a todo, siempre los vemos, a nuestros pequeños agricultores, en plazas y mercados de la ciudad, esperando que las autoridades los protejan, los apoyen, valoren e incentiven, para que los costos de producción representen buenas ganancias, para continuar produciendo la tierra y seguirnos alimentando a quienes vivimos en las urbes del país.
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Contabilidad financiera y solidaria
Ojalá los diferentes ministerios competentes del Gobierno nacional, los asambleístas, así como las autoridades seccionales, reflexionen, sobre la necesidad de trabajar seria y responsablemente en beneficio y bienestar de los pequeños agricultores, porque sin ellos, ni siquiera los grandes empresarios, tuvieran qué vender en sus supermercados. (O)
Arturo Lara Noriega, comunicador social, Riobamba