¿Cuántos presos se han escapado de cárceles y no los han capturado? ¿Cuántos pandilleros, guerrilleros, sicarios, mafiosos, terroristas de otros países se han metido al país y mezclado con antisociales ecuatorianos? ¿Cuántos ladrones, violadores, estruchantes, carteristas, asaltantes, matones, cuenteros, estafadores, ‘negociantes’ peritos que sobornan o realizan sobreprecios, portadores de carnés adulterados de discapacidad, cobradores de diezmos, sabidos que venden ilegalmente insumos médicos, vacunadores de coronavirus destinando vacunas solo a sus parientes, etc., andan libres por lo largo y ancho del país? ¿Cuántos delincuentes de a pie, y de corbata y cuello banco están tranquilos dado que son intocables?

¡Hasta cuándo la corrupción y la delincuencia no tienen forma de acabar, o que las paren para que baje el horror y la crisis de valores humanos en la antigua república ecuatoriana isla del paraíso y de la paz! Ecuador se acabará por sus malos ecuatorianos. (O)

Graciela Marina P. de Jaime, Machala, El Oro