La música es el arte de acoplar equilibradamente los sonidos. Sus elementos esenciales son el ritmo, la melodía y la armonía. Es un género cultural con diversas intenciones como las de producir hábitos artísticos, formular ideas, sensaciones, sentimientos y emociones.

Escuchar música coadyuva a normalizar los afectos, crea satisfacciones, brinda tranquilidad, eleva la autoestima. La música es la estructura más eminente del arte ya que es considerada la más delicada de todas, porque guarda la capacidad de participar la sensación de la autorrealización, activa los sentidos, aumenta la facultad de instruir, mejora la imaginación, acrecienta el idioma y el intelecto, vigoriza la enseñanza y la memoria. Además, influencia en los latidos, el pulso, la presión arterial y articula la celeridad de las ondas cerebrales. Cumple importante función terapéutica la musicoterapia, en enfermedades mentales, en la hipocondría, trastorno caracterizado por la preocupación excesiva por las funciones corporales (hipocondriaco).

Es imperativo entonces cultivar en todos, en especial en niños y jóvenes, este valor decisivo para su formación personal, cultural y psicobiológico social. Me preguntó ¿cómo puede haber tanta indolencia del Estado y las autoridades que no hay una solución pronta para habilitar el edificio que está dañado, abandonado, del Conservatorio Nacional de Música Antonio Neumane de Guayaquil?, o darle otro moderno, equipado, con el objeto de que alumnos y profesores no estén hacinados en cierto local y le den otra vez la categoría de conservatorio, no de un colegio, en aras de preservar el arte y la cultura. Me sumo a las personas que me antecedieron con este clamor, pidiendo a los que tienen jurisdicción en este asunto la atención que se merece esta institución. (O)

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José Franco Castillo Celi, psicólogo y médico naturista, Guayaquil