Numerosos propietarios de vehículos expresan constantemente malestar y preocupación por los cobros indebidos y desproporcionados de los repuestos y servicios en los mantenimientos de sus vehículos por parte de las casas comerciales. Creería que en algunas ocasiones estos rubros ascienden el 300 % del costo real del repuesto sin contar el IVA del 15 % que encarece aún más el precio del mismo. Personalmente he sido víctima de los sobreprecios de estas compañías que se jactan de ofrecer repuestos y servicios para posteriormente hacer caso omiso a la garantía perjudicando a los usuarios que buscan solucionar un problema mecánico de su vehículo.
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Leí un estudio que indicaba que alrededor del 37 % de los clientes son sobrecargados excesivamente en cobros por servicios y reparaciones de automóviles. Además, se identificaron prácticas perniciosas en relación al indebido reemplazo de piezas que no requerían su cambio aprovechándose de la inocencia y desconocimiento de los usuarios. Esta situación ha despertado una alerta en los consumidores que frecuentemente realizan sus mantenimientos en estas casas comerciales que con el pretexto de mantener la “garantía“ de su vehículo, buscan abusar de ellos económicamente sin posibilidades de otras opciones.
Muchas personas hacen un gran esfuerzo financiero al momento de comprar un vehículo nuevo que es una inversión importante. Sin embargo, uno de los principales argumentos de venta al momento de recibir tu vehículo es la famosa “garantía del fabricante“: una promesa de respaldo y seguridad ante cualquier falla mecánica o defecto de fábrica. Detrás de esta “garantía“ se esconde la manipulación amañada de las concesionarias oficiales que la utilizan como estrategia de “fidelización” como un anzuelo disfrazado para atar al cliente garantizando sus ventas a largo plazo.
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Esta situación ha llevado a muchos usuarios a decidir si llevar sus vehículos a la concesionaria oficial o algún otro taller especializado con técnicos certificados y repuestos originales. Sin embargo, al momento de no cumplir con sus requisitos se invalida automáticamente.
Tristemente, los usuarios enfrentamos una realidad compleja al momento de hacer los mantenimientos preventivos de nuestros autos dado que se requiere mucho discernimiento para no caer en abusos por la desinformación al momento de aplicar correctamente la garantía.
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Hago un llamado a la Defensoría del Pueblo y autoridades competentes que actúen como fiscalizadores y veedores sobre el accionar de estas concesionarias. Los consumidores tenemos el derecho de saber que la garantía no debe ser una cadena que nos esclavice a casarnos por un largo periodo con la casa comercial, sino que nos permita tener otras opciones de talleres que brinden los mismos servicios a un precio más competitivo. (O)
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Julián Barragán Rovira, magíster en management estratégico, Guayaquil
