Érase una vez un pueblo nacido al pie de un caudaloso río, y punto de partida de un ferrocarril nacional. En su historia ha tenido desde siempre problemas con el abastecimiento de agua potable. Con cada gestión municipal sufrió un empeoramiento del abastecimiento. Los últimos 20 años se hicieron millonarias inversiones para solucionar el problema, y cada vez la situación es más grave.

¿De quién es la culpa?, de su misma población, ya que vuelve a elegir como alcaldes a los del grupo que no pueden remediar, y como recompensa eligen para tenerlos como representantes en el congreso. “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”, dijo Einstein. Yo lo parafrasearía diciendo que locura es votar por los mismos una y otra vez esperando obtener una gestión diferente. (O)

David Ricaurte Vélez, Daule