Cuando la Virgen María te da un tesoro, un tesoro que habías estado esperando desde tu nacimiento, que lo habías pedido con puro amor y con mucho corazón y llega a ti en un momento en que una herida laceraba tu alma, llena de puro dolor, ese tesoro es el amor verdadero, el amor que no distingue género ni sexo.

Cuando el amor llega a ti, tú deberías cuidarlo con todo tu corazón, siendo recíproco y no permitiendo que nadie ni nada lo lastime. Así como cuando cuidas que tus plantas no sean afectadas por plagas o que las personas les arranquen las hojas, así mismo es con esa persona que llegó para amarte y para amarla. Todo debe ser recíproco.

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El valor de la amistad

Si a un gato lo sobas con amor y le dices todos los días cuánto lo amas, el gato te dará mucho amor; pero si lo atacas con golpes o palabras agresivas, el gato también te atacará con todo su ser. Trata con amor y recibirás amor.

Si a una rosa o un animalito lo dejas abandonado por mucho tiempo y no le das el calor del hogar que necesita, se va marchitando por dentro.

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Por eso, estimado lector, cuida tu tesoro.

A la persona que es tu tesoro demuéstrale cuánto la amas, valoras y comprendes; dile que vas a pelear con garras y uñas para recuperar su amor, si sientes que lo haz perdido.

Reflexiones sobre Liliana y Toño, de la serie ‘Los García’

Si sientes que partes de tu relación ha desaparecido, comienza recuperando la confianza de tu persona. Demuestra que quieres una familia y hogar con tu persona favorita y harás todo cuanto esté al alcance para lograrlo, de eso se trata el amor, de luchar por nuestros seres queridos y su felicidad.

Pelea, pide señales y vence. Siempre en compañía de la Virgen prevalecerá el amor y ganará la paz en la relación. No permitas que Romeo y Julieta se repita en el tiempo actual, pelea y gana. Pide y se te dará, dijo Dios, así será. (O)

Joaquim Alfredo Barragán Rovira, docente de Lengua y Literatura, Guayaquil