No hay nada que hacer contra el oráculo endiosado del teléfono inteligente: hemos perdido la batalla, nos ha abducido e idiotizado como títeres.
Estudio muestra problemas por uso de celulares entre niños
La dependencia que estos aparatos han generado a sus usuarios se ha convertido en el efecto contrario de la idea de su invención, que era tecnología de última generación en el bolsillo, con las respuestas más inverosímiles.
Cada día estamos más esclavizados por este; desde los más pequeños, con cambios significativos de cognición, hasta los mayores. La pérdida del cariño y relaciones humanas está en el camino de la soledad. (O)
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Jesús Sánchez-Ajofrín Reverte, Albacete, España