Me conmovió y me fascinó ver la sala de conferencias de la Unemi repleta de jóvenes que recién habían rebasado la adolescencia, estudiantes de medicina y enfermería todos bien puestos. El rector Fabricio Guevara, doctor y PhD, y su cuerpo académico, estuvo presente, no se sentía ni el zumbar de una mosca, yo me decía entre mí “lo que hace la educación”, mientras afuera cunde la vorágine, el desorden, el irrespeto a las normas, la transgresión a las leyes, ¡medité!, todo pasa por la educación, por la cabeza y mejor si se lo condimenta con el corazón y el alma.
204 años del periódico ‘El Patriota de Guayaquil’
¿Qué es el silencio? Los Upanishad siglo y medio antes de Cristo lo catalogaban como la esencia, mientras que la palabra era solo el contenido. En cuanto a la sabiduría, Descartes decía “juzga correctamente y obrarás correctamente”. Por su parte, Aristóteles definía a la sabiduría como un saber práctico, no tanto un saber pensar como un saber vivir todo un arte. Y Epicuro decía que nunca es demasiado tarde para filosofar como nunca es demasiado tarde para ser feliz.
La felicidad consiste en conocerse a uno mismo, tomar un rumbo, el que más nos guste y llegar a la meta, no importa el tiempo ni el espacio, estos son unos eternos impostores, la idea final es llegar sin mirar a los lados, Dios, estudio, trabajo, deporte y, sobre todo, el amor son la energía más poderosa que tiene todo ser humano.
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Alfabetización mediática en Ecuador
La sabiduría que nace de la mente y la inteligencia modela el espíritu, apacigua el corazón, nos enseña lo que debemos hacer y lo que no, es el timón que dirige el barco a un puerto seguro. Confucio decía que los antiguos sabios eran remisos a hablar porque les avergonzaba mentir y no llegar con los hechos a la altura de las palabras. Séneca decía que el sabio es quien más goza con lo que da que con lo que recibe. (O)
Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro