En los últimos días se ha dado una importante discusión alrededor del presupuesto general del Estado, como es habitual en esta época, en función de que el Gobierno tiene que presentar su proforma presupuestaria y, a su vez, pasar por los canales pertinentes dentro de la Asamblea para que sea aprobado. Pero específicamente, más allá de todos los temas que se analizan, está el del presupuesto en educación superior pública. En ese orden de cosas, la principal situación que se aduce es que hay una reducción del presupuesto destinado a las universidades y escuelas politécnicas que se refleja en el Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico. Hay que tener presente que el fondo se nutre de la recaudación del IVA y otros impuesto, y cuyo presupuesto se asigna según la atención de las funciones sustantivas de las instituciones de educación superior (IES) públicas considerando una fórmula basada en calidad, ejecución, investigación y titulación.

La proforma presupuestaria del 2026 muestra un incremento de $ 59 millones respecto al 2025. Y en efecto, hay una reducción en siete de las 31 IES públicas, pero esa reducción se debe más que todo a las acciones que han realizado durante el 2025 y que condicionan los recursos que reciben en el siguiente año; es decir, si una institución realiza menos investigación o acciones en las funciones sustantivas, obviamente va a tener un impacto en el siguiente año. También, si no hace uso de los recursos presupuestados (no los devenga), obviamente no va a recibir igual o más recursos si no utilizan los que estaban planificados. Casos puntuales, como el de la Amawtay Wasi, que señala una “reducción” de siete millones de dólares aproximadamente. A continuación, algunas puntualizaciones.

Es una universidad que se oficializó como pública en septiembre de 2024; por ende, en un primer año, obviamente, como cualquier institución incorporará infraestructura, tecnologías y demás equipamiento para garantizar su funcionamiento; es como cuando usted se muda de casa y la equipa. ¿Acaso usted en el segundo año va a volver a gastar lo mismo? No, no lo va a realizar. Lo mismo pasa con la universidad, que al momento de entrar en funcionamiento tiene que hacer todas las inversiones necesarias, que a su vez no las va a repetir en el segundo año. Ahora bien, ¿por qué la disminución en el gasto corriente? Porque durante un primer año está enfocado en captación, las funciones sustantivas no se realizan del todo porque apremia generar sostenibilidad, pero seguramente para el 2027, cuando se presente la proforma presupuestaria el próximo año, tendría un aumento.

Publicidad

Es importante mejorar la ejecución presupuestaria del sector público y de las instituciones de educación superior para garantizar que los servicios que brinden en torno a la formación académica de futuros profesionales sean los adecuados y garanticen la excelencia del sistema de educación superior. (O)

Jorge Calderón Salazar, analista económico, Guayaquil